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Cuentos de miedo con final feliz 

      • Hastings School

Una actividad en la que los niños tengan que inventarse una historia de miedo, pero que tenga un final positivo, gracioso o inesperado. Con ello, podrán trabajar la creatividad, la estructura narrativa, trabajan la redacción y amplían su vocabulario.

Experimentos

Se pueden poner en práctica, tanto en casa como en las aulas, sencillos experimentos como la mezcla de vinagre con bicarbonato para, así, crear bebidas que burbujean o volcanes que explotan sin control . Con ello, los niños entenderán y aprenderán conceptos básicos de química y aprenden sobre las reacciones entre diferentes sustancias.

El esqueleto

Es un elemento imprescindible de cualquier fiesta de Halloween, pero también, puede ser una herramienta para identificar los huesos del cuerpo humano. Si, además, le añadimos músculos y órganos, podremos jugar con los niños a identificar y repasar anatomía de una manera más original.

Máscaras monstruosas 

Halloween puede ser una excelente excusa para hablar de reciclaje. Por ello, una acción puede ser el diseño de máscaras con materiales reciclados. Además, se puede animar a los niños a inspirarse en criaturas o personajes mitológicos de otros países, aprendiendo así sobre sus culturas y tradiciones.

Reforzar idiomas 

La fiesta de Halloween puede ser también una buena excusa para practicar vocabulario relacionado con esta fiesta. Para ello, solo necesitaremos dos cartulinas, una tachuela de encuadernación y rotuladores. A continuación, hay que hacer dos círculos. En el superior, haremos pequeñas ventanas. En el inferior, escribiremos palabras en inglés relacionas con Halloween. Los niños giran la rueda y podrán ver las palabras relacionadas con esta fiesta a través de las ventanas.

 

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