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Por qué se ha implantado el periodo de adaptación en los centros escolares

 

    • Miss Duffy. Head of Early Years and Primary en Hastings School

El periodo de adaptación de los centros escolares se ha convertido en una práctica fundamental en la educación infantil y primaria. Este proceso puede variar en duración y enfoque según el centro, aunque por lo general suele implementarse al comienzo del año escolar o cuando un niño se incorpora por primera vez a la escuela. Durante este periodo, se busca promover una integración suave y exitosa en el entorno educativo, teniendo en cuenta las necesidades emocionales, sociales y cognitivas de los estudiantes en esta etapa crucial de su desarrollo.

Pero ¿qué es el periodo de adaptación? Este proceso como objetivo principal facilitar la transición de los niños y niñas hacia el ambiente escolar. A través de él, se llevan a cabo una serie de actividades y estrategias destinadas a ayudar a los estudiantes a familiarizarse con el entorno escolar, las rutinas, los compañeros y profesores.

Una de las razones fundamentales para la implantación de esta etapa de adaptación es reconocer que la entrada a la escuela supone un cambio significativo en la vida de los niños y niñas. Muchos de ellos experimentan miedo o estrés ante lo desconocido. Por lo tanto, brindarles un proceso de transición les permite familiarizarse gradualmente con el nuevo entorno, los compañeros, profesiones y las rutinas escolares. Este enfoque progresivo contribuye a reducir el estrés y a promover una actitud positiva hacia la escuela desde el principio.

Otro aspecto relevante de este periodo es que ofrece la oportunidad de establecer vínculos afectivos sólidos entre los niños, sus familias y el personal docente. Durante este tiempo, los padres y madres también tienen la oportunidad de conocer de cerca el funcionamiento del centro y establecer una relación de confianza con los profesionales que acompañarán en el proceso educativo a sus hijos. Esta colaboración entre la familia y la escuela es fundamental para garantizar un desarrollo integral y satisfactorio del estudiante.

Además, este proceso de adaptación les brinda la posibilidad de realizar una evaluación inicial de desarrollo y las necesidades que tiene cada alumno. Los docentes pueden observar cómo se relacionan con el entorno, identificar posibles dificultades o necesidades. Esta información temprana es crucial para diseñar estrategias de enseñanza personalizadas que promuevan el éxito académico y el bienestar emocional de cada estudiante.

Por otro lado, dicha etapa juega un papel importante en la construcción de habilidades sociales y emocionales en los niños y niñas. A través de actividades grupales, juegos cooperativos y momentos de interacción, los estudiantes aprenden a compartir, a respetar turnos, a expresar emociones y a resolver conflictos de manera constructiva. Estas habilidades son fundamentales, no solo para su éxito académico, sino también para su desarrollo personal y su capacidad de relacionarse de manera saludable a lo largo de su vida.

 ¿Cómo se suele realizar este periodo de adaptación?

Para poder llevar a cabo un periodo de adaptación exitoso, se requerirá de una planificación cuidadosa y una serie de estrategias que tengan en cuenta las necesidades individuales de los niños y niñas, así como las dinámicas específicas del centro escolar.

  1. Impulsar una comunicación previa con las familias

Antes del inicio de la fase de adaptación, es importante establecer una comunicación clara y abierta con las familias de los niños. Se proporciona información detallada sobre el proceso, las actividades planificadas y cualquier otra información relevante puede ayudar a las familias a preparar a sus hijos para este nuevo paso en su vida.

  1. Familiarización con el entorno escolar del niño

Por ejemplo, las open experiences son una muy buena forma de que los padres y madres participen activamente. Las celebramos a lo largo del año con el fin de que los padres y niños sean invitados una mañana de sábado dentro del colegio y puedan conocer, a través de diversos juegos y actividades con el equipo docente, el funcionamiento de la clase y como se trabaja con el entorno que les rodea. Esto ayudará a reducir la posible ansiedad o miedo ante un ambiente desconocido.

  1. Implementar un inicio gradual

Dicho inicio gradual puede implementarse de varias formas, como comenzando por sesiones cortas e ir aumentando gradualmente la duración a medida que los niños se van sintiendo más cómodos en el entorno escolar. Esto les permitirá ganar tiempo para adaptarse a su nueva rutina y las personas que formarán parte de ella.

  1. Actividades de juego y socialización

Es necesario planificar las actividades lúdicas de manera que fomente la interacción entre los niños o entre los niños y adultos. Desde juegos cooperativos hasta actividades artísticas y juegos al aire libre son excelentes opciones para promover esa integración y desarrollo de habilidades sociales.

  1. Apoyo emocional

Es esencial animar a los niños a expresar sus emociones para poder fomentar un ambiente seguro y acogedor, de tal forma que puedan sentirse escuchados y comprendidos. Es necesario estar atento a las señales de estrés o ansiedad que los niños puedan presentar y, de esta manera, brindarles apoyo emocional y minimizar el impacto al cambio de entorno al que se ven enfrentados.

  1. Participación activa de los padres

Involucrarlos activamente en el proceso de adaptación, permitiéndoles acompañar a sus hijos durante las primeras etapas si lo desean, participar en actividades escolares y mantenerlos en una comunicación fluida y directa con los docentes y el personal del centro escolar.

  1. Evaluar y ajustar

Por último, realizar evaluaciones periódicas del progreso de los niños durante la etapa de adaptación nos ayudará a saber cómo se están adaptando y si se necesitan ajustes en los enfoques y estrategias planteados según lo requieran las necesidades individuales de cada niño.

Podemos decir que el periodo de adaptación en los centros escolares es un componente crucial del proceso educativo inicial de los niños, ya que les brinda ese apoyo que necesitan para enfrentarse a la vida escolar y puedan sentar las bases de un desarrollo académico, social y emocional saludable.

 

 

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