
El Colegio Europeo de Madrid muestra cómo las colaboraciones europeas transforman el aprendizaje
El Colegio Europeo de Madrid apuesta por la educación internacional con el fin de disfrutar de los desafíos de un mundo global y apreciar su diversidad. Por ello han incorporado el IB (Bachillerato Internacional), que refleja el constructo multidimensional de la mentalidad internacional, incluyendo la responsabilidad social, la interconexión, la apertura y la adopción de perspectivas. Además, desde CEM se llevan a cabo diferentes proyectos y actividades que permiten a sus alumnos conectar con estudiantes de otros países, demostrando así cómo los intercambios y las colaboraciones europeas transforman su aprendizaje.
Entre estos proyectos, cabe destacar que desde el 25 y hasta el 28 de noviembre, el Colegio Europeo de Madrid recibirá a un grupo de 12 estudiantes de 17 a 18 años y tres profesores de un centro educativo de Tallin, Estonia, que compartirán una experiencia educativa con 36 alumnos y varios docentes españoles.
El objetivo de este programa no es otro que fomentar la comunicación intercultural entre jóvenes de España y Estonia, potenciar habilidades del siglo XXI como la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración y la empatía. Además, durante la estancia, se introducirá el enfoque de Design Thinking para resolver desafíos reales y se creará la base de una red internacional de aprendizaje y colaboración entre centros europeos.
Sin duda, desde CEM, quieren demostrar cómo este tipo de colaboraciones transforman el aprendizaje de sus alumnos y supone un gran valor añadido en su desarrollo, tanto académico como personal.
De este modo, entre los principales beneficios de este tipo de proyectos destacan: el desarrollo de la competencia intercultural, donde los estudiantes aprenden a comprender, respetar y valorar otras culturas, idiomas y formas de pensar. El fortalecimiento de habilidades comunicativas, ya que el trabajo junto a otros estudiantes europeos impulsa la comunicación en otro idioma y fomenta la capacidad de expresar ideas con claridad en contextos reales y multiculturales. Por otro lado, cabe destacar el aprendizaje activo y significativo, que permite enfrentarse a retos reales y generar soluciones creativas. Además, también se fomenta el trabajo en equipo, ya que la interacción con estudiantes de otros países exige organización, reparto de roles y sentido de la responsabilidad compartida. Sin duda, este tipo de proyectos también implica una mayor motivación y apertura intelectual, ya que les permite vivir experiencias internacionales dentro de su propio colegio, lo que amplia sus horizontes, despierta su curiosidad y refuerza el deseo de aprender. Y, por supuesto, esto los prepara para un futuro global, lo que les acercará a trabajar en entornos internacionales, una competencia que, sin duda, será clave para el futuro profesional al que se van a enfrentar.
Para Marta Pérez, directora de CEM: «Este tipo de iniciativas refuerzan el compromiso del Colegio Europeo de Madrid con una educación internacional, innovadora y plenamente orientada al futuro. Nuestro propósito es que estos proyectos inspiren a nuestros alumnos y les ayuden a comprender en profundidad la diversidad del mundo. Aspiramos a que estas colaboraciones enriquezcan a toda nuestra comunidad educativa y ofrezcan a nuestros estudiantes oportunidades únicas para crecer, aprender y convertirse en ciudadanos globales y responsables.»