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Formación PYP ¿en qué consiste y qué beneficios aporta?

    • Olivia Baena, profesora de inglés de Primaria del Colegio Europeo de Madrid

Puede que muchos de nosotros ya hayamos escuchado hablar del proyecto educativo PYP (Primary Years Programme) o, en castellano, PEP (Programa de Educación Primaria) que sigue el modelo metodológico del Bachillerato Internacional, pero también es cierto que, todavía hay mucho desconocimiento. ¿En qué consiste realmente este programa? Lo primero que debemos tener en cuenta es que ofrece a los alumnos una forma diferente de aprender.

Sin duda, vivimos en un mundo en constante cambio y la educación, como no podía ser de otro modo, sigue evolucionando al mismo ritmo que lo hacen otros sectores. Mientras que de forma tradicional, la educación se centraba en la memorización y repetición de contenido y material hasta la hora de examinarse, el PYP se basa en conceptos con un enfoque de indagación transdisciplinar que anima a los alumnos a desarrollar la comprensión conceptual, la construcción de conocimientos, la habilidad para indagar y la capacidad de pensar de forma crítica, haciendo así que los contenidos se interioricen de una forma mucho más eficaz y no se olviden al poco tiempo de haber hecho y aprobado un examen, como ha sido, en la mayoría de los casos, hasta la actualidad.

Otra de las principales características de esta metodología es la figura del docente. En este contexto, este deja de ser el eje central del aula y traslada este rol a cada uno de los alumnos, que deben ser la parte activa y principal de su propio aprendizaje, mientras los profesores pasan a ser una guía para resolver dudas y guiar ese aprendizaje independiente y proactivo de cada uno los estudiantes. Además, cabe destacar que, en esta metodología, los libros de texto también van perdiendo peso frente al desarrollo de habilidades y atributos personales del alumno, ya que las asignaturas son trabajadas a través de las unidades de indagación.

Para apoyar el desarrollo de estas habilidades, el PYP o PEP fomenta la independencia del alumno animándole a expresar sus propias opiniones, realizar sus elecciones y asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje. Así mismo ofrece a los alumnos un enfoque colaborativo, algo que, para aquellos modelos educativos que ya trabajaban el aprendizaje cooperativo, no supondrá un gran cambio. Además de disponer de una pequeña biblioteca en aula con los recursos de indagación de cada unidad y iPad u ordenadores para favorecer la adquisición de conocimientos, como una herramienta más para poder seguir aprendiendo más.

Otra de las características de este programa es que los padres se tienen que involucrar en el proceso de aprendizaje de sus hijos, para que puedan contribuir a la evaluación y comprensión de lo que se ha aprendido. La evaluación se basa más en los logros del alumno, y se enfoca en los próximos pasos que debe seguir para mejorar, en su reflexión sobre su conocimiento, así como una autoevaluación que hace consciente al alumno de dónde está y dónde tiene que llegar. Además de eso, el alumno mediante una autoevaluación es capaz de mostrar dónde se encuentra en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El contenido: de temático a conceptual

Otra de las grandes diferencias del PYP en comparación con la enseñanza tradicional es el contenido. En este modelo educativo, en lugar de ser temático es conceptual. Por ejemplo, en lugar de enseñar “el cuerpo”, con el PYP se va más allá y se enseñaría cómo nuestro estilo de vida tiene un impacto en los sistemas del cuerpo humano como idea central, más unas líneas de indagación que van a acompañar a cada unidad, por lo que fomenta la capacidad de indagación, el pensamiento crítico y el descubrimiento tanto en la clase como en el mundo exterior.

En resumen, el PYP anima a los alumnos a aprender a apreciar los conocimientos, la comprensión conceptual, las habilidades y los atributos personales como un todo interconectado.

Se centra en que los alumnos se hagan preguntas y tengan ganas de aprender a lo largo de toda su vida, siendo a su vez ciudadanos globales, con mentalidad internacional, capaces de contribuir a crear un mundo mejor.

¿Cuáles son los principales beneficios de este proyecto educativo?

  1. Fomenta la curiosidad natural y el aprendizaje en un entorno que propicia la creatividad, la solidaridad y la colaboración.
  2. Ayuda a comprender el mundo actual: los alumnos construyen significados por sí mismos y lo comprenden mediante la exploración de problemas reales.
  3. Ayuda a los alumnos a aprender a comunicarse de distintas formas y en más de una lengua.
  4. Se potencia la colaboración con profesores y compañeros para planificar, presentar y evaluar su propio aprendizaje.
  5. La colaboración y comprensión de otras culturas son ejes importantes del PYP. Los alumnos aprenden a ser respetuosos y tener una mentalidad abierta.
  6. Se fomenta el pensamiento crítico y creativo, tanto en el ámbito disciplinario como en el interdisciplinario.
  7. Los alumnos creen en su capacidad de crecer y tener éxito, lo que les permite tomar decisiones adecuadas y asumen la responsabilidad de sus actos.
  8. Gracias al aprendizaje creativo, los alumnos saben responder de forma imaginativa a las oportunidades y retos que surgen en un mundo complejo e incierto como el nuestro.
  9. Implica a toda la comunidad de aprendizaje del colegio: juntos celebramos la condición que nos une como seres humanos y la idea común de que a través de la educación se puede construir un mundo mejor y más pacífico.

En definitiva, el PYP es un proyecto educativo vanguardista que viene a cambiarlo todo y, sobre todo, a mejorar el aprendizaje, la evolución y la vida de los alumnos y al que, sin duda, cada vez serán más los centros educativos que querrán adherirse.

 

 

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