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Fomentar la oratoria y el debate en el proyecto educativo, ¿por qué es tan importante?

Gloria Muñoz
Profesora de Debate en el Colegio Europeo de Madrid

 

 

El recurso del habla siempre está presente en la vida de todas las personas, desde que comienzan a decir sus primeras palabras, a lo largo de sus vidas. Los estudiantes, especialmente, mantienen este recurso presente durante toda su vida escolar: para hacer sus primeros amigos, en las clases, en los recreos, exposiciones y actividades. Es por ello que es muy importante enseñar a los niños desde edades tempranas a comunicarse de forma eficaz, ya que esto les ayudará en su evolución social, personal y académica.

Hoy en día, la oratoria es una habilidad fundamental para muchos aspectos de la vida: desde el ámbito social hasta el profesional. No cabe ninguna duda de que esta es una herramienta de vital importancia en el proceso de aprendizaje de los alumnos, ya que les permite estar mejor preparados tanto para su vida académica como para su futuro laboral. Es por ello por lo que, desde los colegios, es tan importante que se desarrolle esta técnica y no solo se enseñe.

¿Qué beneficios puede aportar fomentar la oratoria y el debate en el proyecto educativo?

Cabe destacar que, sin duda, les permitirá a los alumnos entender los temas con mayor profundidad, saber buscar y analizar la información, utilizar la lógica y el razonamiento y desarrollar habilidades orales y comunicativas para expresar todo aquello que sienten o cualquier idea que quieran defender. Además, fomentar estas habilidades, también ayuda al aprendizaje de una segunda o tercera lengua e incrementa el nivel de confianza de los alumnos al tener que hablar en público.

Otra herramienta primordial es el debate, que consiste en una conversación estructurada con el objetivo de intercambiar opiniones sobre un tema determinado. Generar debates tiene numerosos beneficios en el desarrollo estudiantil de un alumno, ya que contribuye a que obtengan mejores resultados en las asignaturas, aprendan a explicar conceptos con mayor soltura y profundidad y desarrollen sus propios argumentos de forma crítica, trabajando la elocuencia y la retórica. Además, trabajar el debate en el aula hace que los alumnos estén informados sobre temas relevantes en la actualidad a todos los niveles, lo que fortalece los valores, tolerancia, respeto y responsabilidad social de los alumnos con el mundo que les rodea.

Por otro lado, cabe destacar que la oratoria y el debate no sólo tienen beneficios a nivel educativo. A nivel personal, saber expresar sentimientos, emociones y preocupaciones con un lenguaje (verbal y gestual) y tono de voz adecuados potencia el desarrollo favorable de las personas en todos los aspectos de sus vidas.

En los centros educativos se suele trabajar la oratoria y el debate desde las asignaturas lingüísticas, pero es recomendable reforzarla en todas las materias curriculares. Ahora bien, ¿cómo podemos fomentar esto?

    • La importancia de exponer sus trabajos con la clase: cuando esta técnica esté bien desarrollada desde los primeros años de la vida estudiantil, hacer exposiciones frente a toda la clase no debería suponer ningún problema para los alumnos. Y es que siempre hay alguien que le da terror el simple hecho de hablar y que todos le estén mirando. El número de estudiantes a los que les pasa esto se reduciría considerablemente si, desde pequeños, les ayudaran a poner en práctica la oratoria.
    • Hacer ejercicios de respiración: controlar la respiración es clave cuando hablamos en público. Es por ello por lo que los centros educativos deberían ofrecer recursos a sus alumnos para que conozcan y dominen estos ejercicios a la perfección. Es recomendable que se hagan ejercicios de respiración profunda para controlar los nervios antes de cualquier presentación en público.
    • Iniciar debates en clase: siempre puede surgir un momento en el aula para iniciar un debate. Hay que procurar y animar a todos los alumnos presentes a que participen, siempre hablando desde el respeto. Esto hará que les sea mucho más fácil argumentar una idea y defenderla, lo que aumentará la confianza en ellos mismos. Además, siempre existen temas que generan mucho interés en los alumnos, por lo que se sentirán más motivados a participar en el debate.
    • Trabajar en equipo: saber trabajar en equipo tiene muchos beneficios, ya que mejora las relaciones sociales e interpersonales, se desarrolla la empatía poniéndonos en el lugar del otro y favorece la responsabilidad. Todos estos aspectos potencian la manera en la que los alumnos se comunican con sus compañeros, manteniendo un lenguaje adecuado y sabiendo evitar conflictos o discusiones.
    • Organizar juegos y actividades que potencien la comunicación: esto es más eficaz con los más pequeños de la clase. Juegos como “El discurso del Rey”, “Simón dice” o “Lo que no sabías de…” les ayudan a ir superando poco a poco sus miedos al hablar y a desenvolverse con más confianza en el aula.

Al fomentar la oratoria y el debate en las aulas desde edades tempranas, se está ayudando a los alumnos a desarrollar habilidades comunicativas y kinésicas, que los acompañarán durante toda su vida escolar, profesional y personal. También es importante recordar que la oratoria se puede desarrollar desde casa, manteniendo conversaciones completas y argumentadas con los más pequeños.

 

 

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