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¿Es la educación personalizada la clave para reducir la brecha educativa?

 

      • Emma Duffy, Head of Early Years and Primary de Hastings School (directora de Educación Infantil y de Educación Primaria)

La educación es un derecho fundamental para todos los estudiantes, independientemente de su situación o capacidades. Pero no podemos negar la realidad. Y, en ella, es frecuente encontrarse diferencias individuales en el aprendizaje lo que puede derivar en una brecha educativa.

Ante esta situación, pensamos que la educación personalizada puede ayudar a reducir notablemente esta diferencia. En primer lugar, porque se enfoca en las necesidades, capacidades, características e intereses individuales de cada alumno y alumna reconociendo que cada estudiante es único y su desarrollo durante el aprendizaje es diferente. Gracias a este método, los alumnos con capacidades o recursos en desventaja, pueden beneficiarse de un modelo educativo que se ajusta a su situación y ritmo de aprendizaje.

Por otro lado, aquellos que cuentan con habilidades más altas, la educación personalizada les incentiva a desarrollar sus talentos y motivaciones, para así no verse limitados por un entorno educativo que no les ofrezca suficientes retos. Cabe resaltar que este sistema busca el máximo desarrollo personal dentro de un ambiente inclusivo, respetuoso y tolerante, preparando a sus alumnos para una vida en sociedad y en buenos valores.

El éxito académico es muy importante, pero lo es más ver más allá de sus resultados y ayudar a nuestros alumnos a desarrollar todas las aptitudes necesarias para superar con éxito su etapa educativa. Con ello, estarán también preparados para enfrentarse a cualquier nuevo reto que se les presente.

Uno de los aspectos clave en la educación personalizada es el número de alumnos por clase, en las cuales debería oscilar un número aproximado de 20 alumnos, no llegando a superar los 25. Gracias a ello, se puede ofrecer una educación más individualizada para los estudiantes, pudiendo atender las necesidades y características más concretas de cada uno de ellos.

Impulsar y motivar para que exploren y potencien sus talentos e intereses, beneficiará positivamente su etapa de aprendizaje, contribuyendo a terminar con éxito su recorrido académico. Por otro lado, se favorece también el desarrollo de ciertos hábitos de aprendizaje, claves en su etapa de crecimiento como pueden ser la creatividad, la curiosidad, la empatía, el respeto o la responsabilidad.

Los profesores tienen un papel muy importante en este proceso. Son ellos quienes deben identificar las necesidades individuales de cada estudiante y adaptar las metodologías, en la medida de lo posible, a cada situación.

Con todo ello, la educación personalizada puede ser una de las claves para reducir la brecha educativa. Su implementación debe ir de la mano de una inversión en formación docente y tecnológica para, así, poder seguir construyendo un sistema educativo de calidad y justo para todos.