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Los dispositivos tecnológicos a debate, ¿debemos eliminar su uso de los centros educativos?

 

    • Neil Tetley, Principal de Hastings School

 La presencia de dispositivos tecnológicos en las aulas está cada vez más cuestionada. En este 2024 han sido varias las comunidades que han alzado la voz para frenar la presencia de dispositivos móviles en las clases. En 2023, Suecia revisó su Plan de Digitalización, planteando la posible supresión del uso de dispositivos tecnológicos en las aulas.

De este modo, son muchas las voces que han empezado a cuestionar si el empleo de estas herramientas por parte de los alumnos está resultando contraproducente en el desarrollo de los alumnos.

¿Hasta qué punto el uso de la tecnología es lícito en clase?

De este modo, el sistema educativo se encuentra en pleno debate sobre el empleo de los dispositivos tecnológicos en los centros escolares. Desde nuestro punto de vista y experiencia, creemos que lo ideal es afrontar esta problemática desde un enfoque equilibrado, en el que se promueva una utilización responsable de la tecnología en el aula y se reconozcan tanto sus beneficios como sus desafíos.

No podemos obviar que, en un mundo cada vez más digitalizado, los estudiantes deben adquirir competencias tecnológicas desde una edad temprana, para prepararse para los desafíos del futuro mercado laboral.

Tampoco se puede obviar que los dispositivos tecnológicos brindan interesantes beneficios en el ámbito educativo. Por ejemplo, permiten la personalización del aprendizaje, adaptándose a las necesidades individuales de cada estudiante y ofreciendo oportunidades de práctica y retroalimentación instantánea. Además, facilitan el acceso a una amplia gama de recursos educativos en línea, desde libros electrónicos hasta plataformas de aprendizaje interactivo

Sin embargo, no podemos pasar por alto los desafíos que surgen del uso indiscriminado de dispositivos tecnológicos en el entorno educativo. La dependencia excesiva o la aplicación irresponsable de la tecnología puede afectar negativamente a la concentración de los estudiantes y reducir su tiempo de interacción social cara a cara. También puede contribuir a que se generen problemas relacionados con la salud, como la fatiga visual provocada por largas horas diarias frente a una pantalla o también, el sedentarismo.

No obstante, optar por una prohibición total es un enfoque equivocado. Es fundamental adoptar un planteamiento equilibrado en el que se fomente, ante todo, un uso responsable de la tecnología. Esto implica establecer unas pautas claras para utilizar correctamente los dispositivos y educar a los estudiantes sobre la importancia de emplear la tecnología, tanto en las aulas como en su día a día, de forma consecuente y sensata.

Para ello, es muy relevante la participación activa de las familias, ya que colaborar con ellos es esencial para fomentar hábitos saludables tanto en el empleo de la tecnología en el hogar como en la escuela. La responsabilidad de educar sobre el empleo seguro y responsable de dispositivos tecnológicos recae no solo en el colegio, sino también en el entorno familiar.

Como conclusión, si bien es importante reconocer los desafíos asociados con el uso de dispositivos tecnológicos en los centros educativos, también es crucial no perder de vista los beneficios que pueden aportar cuando se utilizan de manera adecuada. En Hastings School, valoramos la enseñanza de habilidades tecnológicas, convirtiéndose en un pilar fundamental encontrar un equilibrio que promueva un uso responsable de la tecnología mientras se maximizan las oportunidades de aprendizaje para los estudiantes.

La clave está en encontrar el equilibrio adecuado entre la integración de la tecnología y el mantenimiento de un entorno de aprendizaje saludable y enriquecedor.